El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Gimenez, ha ordenado el cierre de las playas de Miami el fin de semana de las vacaciones del Día de la Independencia, el 4 de julio, para intentar contener el nuevo estallido de casos de coronavirus que se está extendido por el estado de Florida tras registrar este viernes un récord histórico de casos diarios con casi 9.000 contagios.
La medida, anunciada este viernes por la noche, se suma a las promulgadas por el estado de Florida así como el de Texas y Florida de suspender el consumo de alcohol en los bares tras estos repuntes.
"Después del éxito que hemos tenido al principio a la hora de contener la crisis, no podemos volver la espalda a lo que ocurre y arriesgar de nuevo las vidas de nuestros médicos. Todo el mundo debe cumplir con su deber y seguir las reglas", ha añadido.
Gimenez ha avisado que la suspensión comenzará el 3 de julio y se prolongará por espacio de cinco días, aunque será ampliará "si las condiciones no mejoran", según informa el 'Miami Herald'.
El estado registra ya un total de 122.960 casos tras los 8.943 contagios declarados desde el jueves y los decesos han rebasado ya los 3.300.
Los casi 9.000 contagios anunciados este viernes casi duplican el récord anterior de 5.508 casos registrados el martes, de acuerdo con las estimaciones del Departamento de Sanidad del estado norteamericano, uno de los que han actuado con mayor libertad respecto a las restricciones recomendadas por los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos.
Esta cifra de contagios diarios pone al estado a la par con países como Rusia, en un escenario especialmente preocupante dada la avanzada edad de muchos de sus residentes, que eligen Florida como destino de su jubilación.